tirando piedras
Sunday, March 18, 2007
Lacaya
Recibí una carta tuya, al cartero se le olvidó entre mis manos. Y le dije asustada.- la última vez que hiciestes esto el sello habia desaparecido.
Después de un tiempo reconocí el sobre. Siempre venia como si no hubiese atravesado nada ni a nadie... intacto en su albura... Después reconocí que eras tú, cartero, quien me las escribías, con talante y firme holgura de letra. El puño se enderezaba a cada línea... hasta que no recibí ninguna más... y desaparecistes.
Días después fue dicho en la plaza del pueblo que te caistes de un árbol. Recogías una rosa en el jardín de la Remedios y que fue Dolores la que te vió por un agujero. Pobre cartero.
A partir de ahí se te olvidó tu romancero. Dejastes de escribir y de enviar tus cartas sin velo...
(Continuará....)
Firmado: La mujer del cartero